Amazonas: se concentra el carbono en pocas especies



La mitad del carbono de la Amazonia se almacena en el 1 % de las especies arboreas

Fecha de Publicación
: 18/05/2015
Fuente: EFE
País/Región: Amazonia


El estudio puede ayudar a los científicos a predecir la evolución de los bosques tropicales en un escenario de cambio climático y el papel que juegan estos en aminorar el aumento del dióxido de carbono, según han informado a EFE fuentes de la UPV.
No obstante, los investigadores alertan también del peligro de subestimar el 99 por ciento restante de la diversidad de especies de la Amazonia.
La mitad del carbono de la Amazonia está almacenado y es reciclado por el 1 % de las algo más de 16.000 especies de árboles que albergan los bosques de las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco a lo largo de todo su área, de seis millones de kilómetros cuadrados.
Así lo concluye un estudio internacional, publicado en la revista Nature Communications y en el que ha participado un investigador de la Universitat Politécnica de Valencia (UPV), sobre estos bosques con una extraordinaria diversidad y que albergan cerca de 300 billones de árboles.
El estudio puede ayudar a los científicos a predecir la evolución de los bosques tropicales en un escenario de cambio climático y el papel que juegan estos en aminorar el aumento del dióxido de carbono, según han informado a EFE fuentes de la UPV.
El estudio, coordinado por la red Rainfor (Red Amazónica de Inventarios Forestales) y liderado desde las Universidades de Leeds y Oxford, muestra que las especies más abundantes no almacenan o procesan necesariamente la mayoría del carbono.
Sophie Fauset, autora principal del trabajo e investigadora de la Escuela de Geografía de la Universidad de Leeds, explica que se conocía la abundancia de ciertas especies en la Amazonia, “pero no conocíamos si éstas dominan, de hecho, el ciclo del carbono en estos bosques”.
“Encontramos que, mientras algunas especies que son muy comunes frecuentemente almacenan una gran cantidad de carbono, otras almacenan o crecen mucho más de lo que su abundancia sugiere”, afirma.
En este sentido, Rafael Herrera, investigador Emérito del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y colaborador del Instituto IIAMA de la UPV, asegura que en un bioma tan extenso y diverso como la Amazonia, entender el ciclo del carbono “constituía un gran desafío”.
“Encontrar que sólo una pequeñísima fracción de las especies es responsable de la mitad de la biomasa y del ciclo del carbono puede ayudar a los científicos a predecir la evolución de los bosques tropicales en un clima cambiante”, destaca Herrera.
No obstante, los investigadores alertan también del peligro de subestimar el 99 por ciento restante de la diversidad de especies de la Amazonia.
“El estudio determina qué plantas son más importantes a día de hoy, pero obviar el resto podría derivar en un serio peligro para la pervivencia del bosque amazónico como captador de dióxido de carbono si alguna de estas especies sucumbe a consecuencia del cambio climático, fundamentalmente de sequías prolongadas con frecuencia seguidas de incendios forestales”, apunta Herrera.
Desde la red Rainfor señalan que, a medida que el clima en la Amazonia continúe cambiando, “podemos esperar que un conjunto muy diferente de árboles entre en acción, incluyendo algunos apenas conocidos hoy”.
“Por eso se ha de tener en cuenta toda la diversidad de los bosques analizados”, según Herrera, que añade que el bosque tropical “necesita de todas las especies interrelacionadas, porque su compleja biología lo exige”.
En este estudio, los investigadores han analizado más de 500 parcelas de la Amazonia y 200.000 árboles correspondientes a unas 3.600 especies, comparando la abundancia, las reservas de carbono y el crecimiento de cada especie.
“Estas parcelas son valiosísimas como sitios de observación, porque allí se mide árbol a árbol y a lo largo de los años, para saber el volumen de madera y convertirlo así en cantidad de carbono que los árboles almacenan”, explica Herrera.
Entre las especies que almacenan más carbono se encuentra la Bertholletia excelsa. En la Amazonia menos de uno de cada mil árboles corresponden a esta especie, pero ocupa el tercer lugar entre las que más carbono almacenan y el cuarto en cuanto a crecimiento.
Destaca también la Eperua falcata, capaz de fijar nitrógeno directamente de la atmósfera; la palmera Iriartea deltoidea y un árbol de la familia Moraceae, Psudolmedia laevis, según Herrera, que indica que algunas especies dominan por su gran tamaño y otras por la eficiencia de uso de agua o de nitrógeno.
“Los bosques tropicales y particularmente la Amazonia constituyen uno de los mecanismos más importantes en todo el mundo para el control del ciclo de carbono”, asegura el investigador, que indica que este estudio ofrece datos hasta ahora desconocidos y de gran relevancia para conocer el comportamiento y evolución de la mayor reserva forestal del mundo.
Herrera colabora con la UPV desde hace ya siete años y actualmente trabaja con los profesores Antonio Lidón y Antonio del Campo en la implementación de técnicas novedosas en aspectos de biogeoquímica en sistemas forestales, especialmente en el uso de isótopos estables en dendrocronología.
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