“La clave para prevenir los desastres es entenderlos”



“La clave para prevenir los desastres es entenderlos”

Fecha de Publicación: 21/03/2015

Fuente: IPS
País/Región: Internacional


La Tercera Conferencia Mundial sobre la Reducción del Riesgo de Desastres concluyó el miércoles 18 en esta ciudad de Japón luego de que los representantes de 187 Estados miembros de la ONU acordaron un nuevo marco para reducir en los próximos 15 años la mortalidad y las pérdidas económicas producidas por este tipo de fenómenos.
Pero está por verse si la adopción del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres representa una nueva era, en cumplimiento de las expectativas del secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Ban Ki-moon, cuando declaró en la jornada inaugural de la conferencia de alto nivel el día 14, que “la sostenibilidad comienza en Sendai”.
Margareta Wahlström, representante especial del secretario general de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres y directora de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, hizo hincapié en que el marco acordado “abre un nuevo e importante capítulo en el desarrollo sostenible, ya que esboza objetivos claros y prioridades de acción que conducirán a una reducción sustancial de los riesgos de desastre y las pérdidas en vidas, medios de vida y la salud”.
Pero advirtió el miércoles que la aplicación del nuevo marco “requiere un fuerte compromiso y liderazgo político y será vital para el logro de futuros acuerdos sobre los objetivos de desarrollo sostenible”, en septiembre, “y el clima”, en diciembre en París.
El nuevo marco señala siete metas mundiales y cuatro prioridades para los próximos 15 años.
Las metas mundiales son la reducción sustancial de la mortalidad mundial producida por los desastres, del número de personas afectadas, de las pérdidas económicas en relación con el producto interno bruto mundial, de los daños a la infraestructura fundamental y la interrupción de los servicios básicos, incluidos los servicios de salud y educación, así como el aumento en el número de países con estrategias nacionales y locales para la reducción del riesgo de desastres para el año 2020.
También incluyen una mayor cooperación internacional y un mayor acceso a los sistemas de alerta temprana, así como más información y evaluaciones sobre el riesgo de desastres.
Las cuatro prioridades de acción son una mejor comprensión del riesgo, una gestión fortalecida del riesgo con más inversión, una preparación más eficaz ante los desastres y la incorporación del principio de “reconstrucción mejorada” a la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción.
A continuación, fragmentos de una entrevista que IPS le realizó a Wahlström durante la conferencia.

IPS: ¿Cree que esta conferencia aportará soluciones para reducir el riesgo de desastres?
MARGARETA WAHLSTRÖM: La conferencia y la experiencia colectiva tienen todas las soluciones. Ese no es nuestro problema… sino tener un argumento convincente para aplicar el conocimiento que ya tenemos. Tiene que ver con las personas, con la sociedad, con las empresas, etc. No hay que simplificar la agenda, porque es bastante compleja.
Si en verdad se quiere reducir los riesgos de forma sostenible, hay que mirar a muchos sectores diferentes, y no de forma individual, sino que deben trabajar juntos… ha habido un gran progreso en estos 10 años.
Uno de los umbrales críticos que hay que cruzar es pasar del desastre a la comprensión del riesgo. Creo que todos podemos entender el desastre superficialmente, pero no es eso lo que en verdad reducirá al riesgo en el futuro. Lo que lo reducirá… es si entendemos los riesgos, no solo un riesgo, sino varios riesgos actuando en conjunción para debilitar a la sociedad.
De eso se trata esta conferencia. Por más que se trata de negociar un documento, de sentar ahora las bases para el trabajo de las próximas décadas, también se trata de personas que aprenden muy rápidamente unas de otras, dejándose inspirar.

IPS: Una cuestión importante es la resiliencia o capacidad de recuperación. Los pobres y vulnerables siempre la han tenido, pero para fortalecerla hace falta dinero y tecnología. ¿Serán posibles gracias a esta conferencia?
MW: No solo debido a la conferencia. En todo caso, la conferencia plantea las prioridades, mejora la comprensión de la integración necesaria de la planificación… la experiencia histórica demuestra que la  piedra fundacional clave de la resiliencia es el desarrollo social y económico. La gente tiene que estar sana, bien educada, tener opciones, empleos. Con eso, por supuesto… vienen riesgos nuevos.
Creo que la tecnología ya está. El problema… es su disponibilidad, que puede ser un problema de dinero, pero también una cuestión de la capacidad sobre el uso de la tecnología. Lo cual, para muchos países y personas, es realmente un problema. Tenemos que mirarnos a nosotros mismos. La tecnología evoluciona más rápidamente que la capacidad de las personas para usarla.
Los recursos financieros para adquirirla pueden ser definitivamente una limitación, pero una… aun mayor en muchos casos es la capacidad. Si piensa en el dinero en términos de las inversiones propias del gobierno, que es la más importante, creo que vamos a ver un aumento, así como de la comprensión de lo que implica generar resiliencia, que significa infraestructura sensible al riesgo, agricultura sensible al riesgo, sistemas de gestión del agua. No es una cuestión independiente.
Creo que la inversión crecerá. Inversión para las personas, para el lado social de la resiliencia, en particular, el enfoque en las personas más pobres, requerirá una decisión de corte más clara de la dirección política, que muy probablemente tendrá la ayuda, con suerte más adelante este año, del acuerdo sobre la agenda de desarrollo universal post 2015. Eso… ayudará a concentrarse en lo que hay que hacer para continuar con… la reducción de la pobreza.

IPS: ¿Cree que el tema de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) tiene relevancia en estos días?
MW: En términos de su tamaño y escala, probablemente no, en comparación con la inversión directa extranjera, el crecimiento del sector privado. Pero por supuesto que tiene un importante valor simbólico enorme, y valor político, como expresión concreta de la solidaridad.
No obstante, para ser muy, muy justa, aún hay muchos países que dependen en gran medida de la AOD, que 30 a 40 por ciento de su PIB se basa en la AOD de una forma u otra. Lo que probablemente no sea muy sano en cuanto a sus opciones políticas…, pero esa es la realidad económica actual. En verdad la necesidad de desarrollo económico, el tipo de inversiones que estimulen el propio crecimiento económico de los países, el crecimiento de la gente, debe seguir siendo una prioridad fundamental.
Por eso creo que se ve, tanto en el debate de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en esta discusión, un fuerte énfasis en la base de recursos nacionales como el cimiento, incluso para la cooperación internacional.
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