Se profundiza la crisis hídrica en Brasil
9:00 | 
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Crisis hídrica en São Paulo: darse un baño y lavar la ropa son los principales desafíos
Fecha de Publicación: 08/11/2014
Fuente: Adital
País/Región: Brasil
Darse un baño y lavar la ropa son los principales desafíos que señalan los habitantes y vecinos de São Paulo ante la mayor crisis de desabastecimiento de agua enfrentada por el Estado. Un relevamiento realizado recientemente con 500 personas de las clases A, B y C del interior y capital paulistas por la plataforma PiniOn (www.pinion.com.br) buscó saber la opinión de la población sobre la crisis hídrica. La encuesta fue realizada con personas de entre 18 y 64 años. PiniOn es una plataforma mobile crowdsourcing de recolección y análisis de datos para encuestas de mercado, experiencias de consumo y etnográficas.
Los datos de la encuesta indican también que la gran mayoría de los paulistas, el 81%, está tomando medidas para economizar agua, ya que el 40% de los entrevistados paulistanos reclaman que la falta de agua es recurrente en el período de la noche. En el interior, el 31% viene siendo afectado por la escasez durante la tarde. Para el 34% es preciso que la población tenga consciencia y colabore más para conseguir pasar la situación y el 13% dice que el gobierno necesita invertir más en infraestructura para mejorar la distribución de agua.
La mayoría de los entrevistados, el 31%, pone la culpa por el racionamiento en el gobierno, y el 25%, en la población. El 80% atribuye la culpa por la falta de información sobre el problema en el gobierno, y 65%, señala al mismo gobierno y a las compañías de agua por la falta de solución.
Además, medidas de la población para economizar agua son sugeridas en la encuesta: baños rápidos, el 46%; y lavado de ropas con menos frecuencia, el 13%. En el interior, el 26% de los entrevistados afirma que enfrentan la falta de agua hace más de un mes y, en la capital, el 29% hace más de dos meses.
La crisis
Los reservorios y ríos que abastecen a São Paulo presentan niveles críticos, principalmente en las cuencas de los ríos Tietê y Piracicaba, con porcentajes por debajo del 10%. Sin previsiones climáticas alentadoras, millones de paulistas ya están expuestos a la falta de agua potable, con posibilidad de aparición de brotes epidémicos y problemas de salud en general; además de las consecuencias negativas sobre la economía, educación y derechos humanos. Las previsiones indican que el agua del Tietê, por ejemplo, sólo durará hasta diciembre próximo.
En total, más de 60 ciudades paulistas ya enfrentan la pesadilla de la falta de agua. El racionamiento alcanza a millones de personas, barrios pobres sufren el cierre de los registros por las compañías de abastecimiento por períodos que sobrepasan 15 días. Guarderías infantiles y escuelas ya son obligadas a cerrar las puertas por falta de agua. En la periferia de la capital, por falta de abastecimiento, camiones cisterna suavizan el problema.
La relatora de las Naciones Unidas sobre la cuestión del agua, Catarina Albuquerque, dijo recientemente que la crisis hídrica de São Paulo no es culpa de la falta de lluvias, sino responsabilidad del Gobierno del Estado.
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Fecha de Publicación: 08/11/2014
Fuente: Adital
País/Región: Brasil
Darse un baño y lavar la ropa son los principales desafíos que señalan los habitantes y vecinos de São Paulo ante la mayor crisis de desabastecimiento de agua enfrentada por el Estado. Un relevamiento realizado recientemente con 500 personas de las clases A, B y C del interior y capital paulistas por la plataforma PiniOn (www.pinion.com.br) buscó saber la opinión de la población sobre la crisis hídrica. La encuesta fue realizada con personas de entre 18 y 64 años. PiniOn es una plataforma mobile crowdsourcing de recolección y análisis de datos para encuestas de mercado, experiencias de consumo y etnográficas.
Los datos de la encuesta indican también que la gran mayoría de los paulistas, el 81%, está tomando medidas para economizar agua, ya que el 40% de los entrevistados paulistanos reclaman que la falta de agua es recurrente en el período de la noche. En el interior, el 31% viene siendo afectado por la escasez durante la tarde. Para el 34% es preciso que la población tenga consciencia y colabore más para conseguir pasar la situación y el 13% dice que el gobierno necesita invertir más en infraestructura para mejorar la distribución de agua.
La mayoría de los entrevistados, el 31%, pone la culpa por el racionamiento en el gobierno, y el 25%, en la población. El 80% atribuye la culpa por la falta de información sobre el problema en el gobierno, y 65%, señala al mismo gobierno y a las compañías de agua por la falta de solución.
Además, medidas de la población para economizar agua son sugeridas en la encuesta: baños rápidos, el 46%; y lavado de ropas con menos frecuencia, el 13%. En el interior, el 26% de los entrevistados afirma que enfrentan la falta de agua hace más de un mes y, en la capital, el 29% hace más de dos meses.
La crisis
Los reservorios y ríos que abastecen a São Paulo presentan niveles críticos, principalmente en las cuencas de los ríos Tietê y Piracicaba, con porcentajes por debajo del 10%. Sin previsiones climáticas alentadoras, millones de paulistas ya están expuestos a la falta de agua potable, con posibilidad de aparición de brotes epidémicos y problemas de salud en general; además de las consecuencias negativas sobre la economía, educación y derechos humanos. Las previsiones indican que el agua del Tietê, por ejemplo, sólo durará hasta diciembre próximo.
En total, más de 60 ciudades paulistas ya enfrentan la pesadilla de la falta de agua. El racionamiento alcanza a millones de personas, barrios pobres sufren el cierre de los registros por las compañías de abastecimiento por períodos que sobrepasan 15 días. Guarderías infantiles y escuelas ya son obligadas a cerrar las puertas por falta de agua. En la periferia de la capital, por falta de abastecimiento, camiones cisterna suavizan el problema.
La relatora de las Naciones Unidas sobre la cuestión del agua, Catarina Albuquerque, dijo recientemente que la crisis hídrica de São Paulo no es culpa de la falta de lluvias, sino responsabilidad del Gobierno del Estado.
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