Viviendas bioclimáticas para estar en armonía

Viviendas bioclimáticas, en armonía con la naturaleza

Fecha de Publicación
: 19/03/2013
Fuente: EFEverde
País/Región: España - Internacional


Todas las casas deberían aprovechar los recursos naturales para satisfacer las necesidades climatológicas de sus habitantes, opina en una entrevista con Efeverde la arquitecta burgalesa Marta González.
Para esta profesional, cuyo estudio está en Madrid, este concepto bioclimático debería estar presente en "todos los proyectos de arquitectura"
Según los datos del Worldwatch Institute de Washington, los edificios consumen el 60 % de los materiales extraídos de la tierra, y su utilización, junto a la actividad constructiva, está en el origen de la mitad de las emisiones de CO2 vertidas a la atmósfera.
En el estudio realizado por Spahousec, IDAE y Eurostat, y facilitado por Ecologistas en Acción, en total, las emisiones asociadas son de 2 toneladas de CO2 por hogar, sin contar el ciclo de vida completo de los materiales y según la directiva 2010/31/UE, el 40 % total de energía corresponde a los edificios de Europa.
Aunque los mismos parámetros sostenibles pueden tenerse en cuenta en los edificios, la mayor parte de las viviendas bioclimáticas que se construyen en la actualidad son unifamiliares.
En este tipo de viviendas hay una amplia superficie expuesta a la radiación solar, por lo que hay que conseguir que la alta temperatura en verano no se transmita al interior. "Para aislar esa cubierta y evitar que esa radiación caliente las estructuras, se coloca una losa filtrón", dijo González.
La losa filtrón es un pavimento drenante, que lleva un aislamiento térmico incorporado y es de uso transitable.
González hace descansar esta losa sobre unas patas y llena esa cubierta de agua, de lo que resulta un aislamiento térmico y evita que la radiación del sol vaya directa al forjado.
La colocación de un aljibe puede conectar con la red de riego para el jardín. "En algunos casos hemos puesto sobre esa losa una capa de tierra, con plantas de lento crecimiento, lo que añade una capa de sombra, mejora el aislamiento y estéticamente da muy buenos resultados", aseguró González.

Orientación y aislamiento
Aleros orientables de unos 80 centímetros de vuelo en las ventanas permiten que en verano el sol esté alto y no entre en la vivienda, y que en invierno pueda penetrar mucho más bajo y, sobre todo, si la vivienda tiene orientación sureste, que haya iluminación y soleamiento tanto en invierno como en verano.
Para calentar en invierno, según la arquitecto, lo que hay que evitar ante todo es la orientación norte, pero no todas las viviendas, por su tipografía o ubicación, lo permiten.
Las superficies acristaladas mantienen la vivienda bien aislada porque, como explicó Marta González, "tenemos las técnicas necesarias para obtener unos vidrios con factor de protección solar especiales para zonas soleadas o para zonas frías, solo hay que situar el vidrio idóneo en la orientación adecuada para funciones térmicamente correctas".
Los sistemas que se suelen utilizar para alimentar energéticamente una vivienda son principalmente la geotermia y la altherma. La geotermia se basa en el aprovechamiento del calor de la tierra, para ello se realizan unos sondeos de hasta 120 metros de profundidad, donde se encuentra una temperatura homogénea de alrededor de 16ºC.
A través de estas sondas se hace circular agua, llegando a una bomba de calor alimentada por electricidad.
Funciona tanto de calefacción como de refrigeración, por lo tanto se utiliza para suelo radiante y refrigerante, agua caliente sanitaria y climatización de piscinas.

Altherma
La altherma tiene un funcionamiento muy similar, pero en lugar de hacer el intercambio de temperatura con la tierra lo realiza con el aire. "De esta forma se utilizan sistemas que tenemos a nuestro alcance para calentar o enfriar nuestra vivienda sin tener que recurrir a grandes consumos de gas o electricidad".
Las viviendas van dotadas también de paneles solares, que aportan la energía térmica necesaria a través de un intercambiador. Así,la tecnología bioclimática actual permite ahorrar hasta un 70 % en gastos de climatización.
Una de las mayores desventajas que tienen las viviendas bioclimáticas es el alto coste de su construcción, entre el 10 y el 12 % más de lo que cuesta una vivienda convencional, aunque, aseguró Marta González, "se puede amortizar en el plazo de 5, 6 o 7 años, y el resto de su vida será energéticamente mucho más rentable que otro edificio".
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